La luz natural es el ingrediente principal de este proyecto al ser una vivienda de planta baja con vistas al jardín, las diferentes especies de plantas  pueblan el jardín y dialogan con las líneas de la arquitectura.

Los pavimentos continuos entre el interior y el exterior, las grandes cristaleras que desaparecen en los muros hacen que toda la vivienda se convierta, en verano, en una gran terraza. No se nos ocurre mejor descripción para estos espacios concebidos para la intensidad de los veranos impregnados de espuma de mar y sol.

La cocina se diseñó con una isla central y combinando colores arena con un mural de peces te envuelven en una sensación marina.